Autor(a): BlackDreamQueen
Título:Bajo las Sábanas
Fandom:Harry Potter
Personajes/Pairing: Sirius/Remus
Género: Romance/Humor
Clasificación: T
Advertencia: Ninguna :)
Sinopsis/Resumen: James
está de malas porque Peter lo ha despertado, busca a Sirius para
hacerle una broma, y lo encuentra, en la cama del licántropo en una
posición muy comprometedora.
Notas: 1. Todos los personajes pertenecen a la maravillosa J.K. Rowling. Creé esta historia sin fines de lucro.
2.Este
One Shot está escrito como respuesta a un reto del Blog, :D ¡Me ha
encantado escribirlo! y traumando un poco al pobre de james por el
camino :) ¡Espero que les guste!
Bajo las mantas:
.
James
Potter sueña con su amada Evans, mientras se voltea por quinta o sexta
vez en la noche intentando encontrar una posición más cómoda y que
estuviese acorde a su sueño. Mueve sus manos en el aire, como si
estuviese sosteniendo algo, y estira exageradamente los labios; los que
se abren levemente y dejan escapar un suspiro que suena algo parecido a"Lily…". Es
ese momento, en el que James —al menos en sueños— besa por fin a su
pelirroja adorada, el cual Peter elige para soltar un ronquido
monumental; que espanta a la futura señora Potter del sueño de James y
termina por quitarle todo resquicio de sueño al ahora malhumorado
ciervo.
Potter,
enfadado, lanza una almohada con perfecta puntería en dirección a la
cabeza del regordete muchacho de Gryffindor, quien sin inmutarse en lo
más mínimo le responde con un ronquido casi de la misma magnitud que el
anterior. James, entonces, masculla enfurruñado palabras insultantes
contra el pequeño Pettigrew mientras se pone las gafas y enciende la
luz.
—"¡Condenado, espantarme el sueño justo cuando iba a besar a Lily, maldito Mickey Mouse!"—
Se
levanta de su cama en busca de Sirius —cuya cama está al lado de la
puerta—, quien siempre está dispuesto a hacer alguna broma nocturna, y
recuerda repentinamente que a su muy querido Canuto —o también "El perro
pulgoso aquel" cuando James está de malas— le ha dado la muy extraña
costumbre de dormir en camas ajenas en las noches de invierno —En otras
palabras, al primogénito de los Black le gusta dormir con él o con Remus
cuando hace frío —. Como esa noche no durmió en su cama —Principalmente
porque Sirius son de los que te botan de la cama cuando siente que
falta espacio y eso, en caso de James es casi siempre— era de esperarse
que estuviera con Remus.
—"Las
mil camas de Canuto"— James piensa —un poco fastidiado, en realidad—
que debería haber un libro llamado así que explicase el porqué de que a
su amigo no le guste dormir en su propia cama y cómo evitar que se
colase en la suya en las noches de invierno.
Cornamenta
suspira, y cambia lentamente la dirección de sus pies, moviéndose hacia
la cama más cercana a una de las ventanas. Vislumbra objetos brillantes
cercanos a la cama de Remus y niega con la cabeza, mira con tal
concentración los envoltorios de chocolate que no logra ver un objeto en
su camino, tropieza entonces con uno de sus propios zapatos y cae de
narices al suelo.
Maldice
más enojado que antes, y ahora incluyendo "Al perro pulgoso aquel" por
quien fue a parar al suelo; en realidad, — James lo sabe—, fue por su
zapato y también por no obedecer a un hombre lobo que le había dicho que
su desastre un día le acarrearía problemas. Pero es más fácil culpar a
Sirius, —Cornamenta también sabe eso— porque sin su maldita obsesión de
no dormir en su propia cama, él no estaría con las narices sangrando y
con un feo corte en el labio.
Frunce
el ceño, y camina más cerca de la cama, percatándose de los miles de
envoltorios que la rodean; como si fuera una especie de muro
impenetrable. Y piensa que el lobo también debería poseer su propio
libro.
—"Como comer tu peso en chocolate y no morir en el intento"— James opina que sería un BestSeller, porque
Lupin come semanalmente su peso en chocolate—cantidad que se duplica en
días posteriores a la luna— y no parece afectarle en lo más mínimo. Le
parece, también, que sus brillantes envoltorios también son causantes
de su desgracia y que Remus, es tan culpable como Sirius de que a él le
sangren las narices.
Sostiene
la sangre con un pañuelo que apareció, y abre las cortinas de la cama,
molesto con Lunático y "el perro pulgoso aquel". Pero en cuanto lo hace
no ve nada más que un revoltijo de mantas sobre la cama, con uno que
otro pie asomando bajo ellas y suelta un bufido de incredulidad; porque
Remus nunca desarma su cama de esa forma y porque le da la impresión de
que hubiesen estado haciendo algo más complicado que dormir—algo que
comienza con "s" y termina con "exo"— y ríe de su propia broma negando
con la cabeza—Porque Sirius es el tipo más heterosexual que conoce James
, exceptuándose a sí mismo, y porque no sería capaz de hacerlo con su
mejor amigo. Y, en segundo lugar, porque Lunático es de lo más
conservador y está seguro de que una de las cosas que jamás pasaría por
su mente es hacerlo con Canuto en su habitación—.
Entonces
James —con la boba sonrisita aún pegada en el rostro— decide despertar a
sus amigos que están bajo las mantas—para contarles su ocurrencia—
levantando todo el desorden con la varita y luego contemplando atónito
la cama —La varita en ese momento resbala de su mano, tal y como lo
hacía la sonrisa cada vez más pequeña en su rostro—.El muchacho se
restriega los ojos y enfoca lo mejor que puede —Porque el pobre es un "miope de puta madre"
como le había dicho Sirius una vez— y no se cree lo que ve, porque
sencillamente es inverosímil y casi confirma totalmente su teoría
idiota; a pesar de que sabe —y está absolutamente seguro— de que
cualquier persona con dos ojos que funcionan bien, un cerebro y un
mínimo de inteligencia no malpensaría la situación él no puede evitar
hacerlo, tal vez porque es miope o porque es una imagen de lo más
bizarra y atormentadora para él.
Pero
no es su culpa —dice—, es culpa de Canuto y Lunático, quienes están en
una posición absolutamente comprometedora, sin vestir la camisas de sus
pijamas; Culpa de Lunático por tener marcas sospechosas en todo el
cuerpo y estar con el trasero pegado a la entrepierna de Sirius,
durmiendo plácidamente en los brazos del perro. Y culpa de Canuto, por
tener rasguños en la espalda y mordidas salvajes en el cuello, por tener
abrazado a Lunático protectoramente —con una mano en la cintura y otra
casi sobre la entrepierna del Lobo— y por tener el trasero de Remus muy
pegado a él.
Cornamenta
niega con la cabeza, turbado. Levanta la varita del suelo y los cubre
nuevamente con las mantas de la cama de lunático. Cierra las cortinas de
terciopelo rojo de la cama, retrocede lentamente —esquivando el zapato
por el que cayó de narices— y pega un salto de espanto cuando Peter
lanza un gran ronquido. Llega a su cama rápido, se deshace de sus gafas y
su varita y se cubre con las sábanas.
James
cierra los ojos intentando pensar en Lily Evans, su amada pelirroja, y
no en Sirius y Remus ,el par de animales repletos de pulgas que duermen
juntos en la cama del lobo.
James
Potter les dice a todos que pensó en Lily toda la noche, porque es un
astuto ciervo cornudo que nunca reconocerá que pudo no dejar de imaginar
lo que ocurrió esa noche bajo las mantas de la cama de Lunático.
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