lunes, 2 de diciembre de 2013

{Super Junior - EunHae - Siete pasos al averno - Capítulo 2}

Autora: Piruleta
Título: Siete pasos al averno
Fandom: Super Junior
Personajes/Pairing: _EunHae_
Clasificación: T / NC - 17
Género: Romance; Lemon
Sumario: Sietes pasos al averno: uno por pereza, dos por gula y envidia, uno por ira, dos más por lujuria y orgullo y el último por codicia pero todos y cada uno, por ti. -Serie de Drabbles- 
Advertencia: Lenguaje vulgar y sexo explícito. 

Capítulo 2: Gula

DongHae nunca tiene suficiente de HyukJae. Quiere más. Siempre más, más, más... todo de él.

Por las noches, a escondidas en lugares secretos lejos de las miradas, de las palabras hirientes y los dedos que los señalan y a DongHae le recuerdan su lugar en esta vida de mierda, él le besa, le muerde, le chupa, la agarra el pelo, le coge por las nalgas para tenerlo más cerca mientras "el descarriado", "el caso perdido", "la basura del infierno"... su HyukJae le come el cuello y todo lo que quiera (pero nunca terminan de dar el siguiente paso. De llegar más allá). 

Es una ansia insaciable, voraz, atroz. Como la sed o el hambre.

Es el gusto prohibido. Son las ganas de dejar que lo tome cuando quiera, donde quiera (porque DongHae ya le pertenece de cualquier forma); que le destroce la carne y la piel; que, por primera vez, llegue hasta el centro de su ser.

Sin embargo, cuando lo ve entrar a la cafetería con ese caminar desenfadado, la corbata a medio colgar por el cuello y la camisa desabrochada, DongHae baja la mirada y moja las ganas en el helado de frutilla.

-No voltees, Hae, pero ese maldito de HyukJae no te quita los ojos de encima - comenta RyeoWook

-¿De verdad? - pregunta DongHae con voz monótona y da una lamida a su helado. Trata de mantener la calma. De no pararse de la silla y rodar por todos lados porque Lee HyukJae le ha mirado ese día y no le ha gritado "puto, maricón despreciable" para seguir con las apariencias - ¿sigue ahí?

La mirada de HyukJae es fiera e intensa y el mejor amigo moreno se pregunta por qué mira de esa forma a DongHae, y si habrá algún día alguien que lo mire de esa forma: con ese deseo... esa hambre.

RyeoWook asiente: - Parece que quiere quemarte con la mirada. Da miedo. - asegura.

Sin embargo, RyeoWook no habla de ese miedo que te crispa los cabellos de la nuca y te hiela las palmas y las plantas de los pies. Se refiere a ese miedo de ti mismo,  que crece en el fondo del estómago y se desboca como adrenalina pura.

DongHae voltea sobre su hombro con los labios batidos de frutilla cremosa. Su ojos avellana encuentran su camino a los ojos de café oscuro (un café muy oscuro y profundo) de HyukJae y el muy cabrón se señala y relame los labios, guiña y luego le muestra el dedo medio.

-Yo sé que ese no es mi Hyukkie... - murmura DongHae sonriendo débilmente muy a su pesar al tiempo que quita la crema de su boca.

DongHae no necesita de nada más que una palabra, un seña o alguna mueca desdeñosa parecida a una sonrisa con exclusividad dirigida a él, para sentir que toda la indiferencia del día vale la pena por un momento íntimo, un secreto compartido; por sentirse entre sus brazos cuando nadie los ve.

Porque DongHae sabe que está enamorado de HyukJae. Él quisiera ser su único pecado y su salvador al mismo tiempo. Quisiera recibir sus confesiones y borrarle sus errores con sus labios, eximir toda culpa -la que sea- solo con abrazos y rebautizarlo con el nombre 'mío' con la esencia combinada de sus cuerpos. 

Esta tan enamorado que está dispuesto a soportar los intercambios de saliva de HyukJae con cualquier señorita (puta) vestida de muñeca, durante el día.

Pero no todos los días tiene el valor suficiente para soportarlo.  

-Me voy primero, Wook. Te veo después - anuncia el moreno para no ver como esa fulana se le sienta en las piernas y le enreda su dedo de bruja en un mechón de cabello.

Camina con paso seguro a la salida y al propósito da una última lamida al postre frío cuando pasa a su lado.

Segundos más tarde, afuera, en medio del abandonado pasillo, un brazo fuerte lo estampa contra los casilleros.

- Deja de provocarme, maldito maricón despreciable - dice sin odio ni rabia en su voz.

Entonces le besa sin avisar, con violencia y con prisa, y enrollando el piercing del centro de su lengua contra la suya, haciéndole cosquillas en el paladar y en la cara oculta de las mejillas. 

HyukJae es una llama que arde por todo el cuerpo y DongHae se derrite como la nieve sabor a frutilla.

-¿Disfrutaste el postre? Porque yo sí lo hice-

No le da tiempo a responder. Le muerde los labios para volver a sentir su lengua tibia que sabe a dulce y su aliento fresco. 

Porque al igual que DongHae, para HyukJae nunca es suficiente.


+*+*+

2 comentarios:

  1. ¿Sabes? Odio cuando se tienen que esconder del mundo porque no comprenden una relación como la suya, pero mas odio que no puedan tener algo de valentía y gritarlo a los cuatro vientos.
    Me queda claro que no es "fácil" pero me da algo de rabia cuando leo algo así.
    No puedo explicarte como me fascina lo que escribes, haces que entre en ese mundo que creas, otra vez gracias por darnos algo de esta calidad.

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  2. Y ahora sufrí, ¡caray!
    Me enojé con Hyuk. Me enojé con el mundo que no acepta algo como lo suyo y entonces tienen que jugar al chico malo y al marica despreciado ;_; Pero en la intimidad se aman, lo sé. Un amor extraño por su naturaleza, pero amor al fin.
    Nada, Hae tiene razón de sentir gula por Hyuk, siendo que no lo tiene todo para él solo a todo momento, como debería ser.
    Te amo por escribir así <3

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