{Super Junior - EunHae - Siete pasos al averno - Capítulo 3}

Autora: Piruleta

Título: Siete pasos al averno

Fandom: Super Junior

Personajes/Pairing: _EunHae_

Clasificación: T / NC - 17

Género: Romance; Lemon

Sumario: Sietes pasos al averno: uno por pereza, dos por gula y envidia, uno por ira, dos más por lujuria y orgullo y el último por codicia pero todos y cada uno, por ti. -Serie de Drabbles- 

Advertencia: Lenguaje vulgar y sexo explícito. 

<< Capítulo 2: Gula
+*+*+

Capítulo 3: Envidia

-¡Somos los putos amos del Universo! - alega HeeChul extendiendo sus brazos y sonriendo con desdén desmesurado que en su hermoso rostro, parece una mueca sexy dirigida a nadie en particular.

Los amos del universo -HeeChul, HyukJae, KyuHyun y YoungWoon- caminan en medio de la multitud. Se adueñan del espacio ajeno y son el centro de atención a dónde quiera que vayan. Intocables y temidos andan a grandes zancadas con esa actitud de arrogancia descarada.

Van cerrando taquillas de manera brusca solo porque sí y empujando con el hombro a quien estorbe su paso.

Una chica rellenita -Hwa algo - le entrega un presente a HyukJae: es una caja de cartón cuidadosamente armada que contiene chocolates. El pelirrojo lo recibe y se burla de la chica dejando caer el contenido directo en el piso.

MyungDae observa todo con coraje y lo único que puede hacer es apretar los puños hasta que se lastima y las uñas se le ponen blancas.

Cuando el cuarteto pasa a su lado, MyungDae trata de pasar desapercibido sacando sus útiles de la taquilla; pero el sentimiento de rabia, impotencia y un poco de temor acumulados provocan que sus manos tiemblen al coger sus cosas y uno de sus libros resbale hacia el piso. Es YoungWoon quien se encarga de enviarlo más lejos de una patada provocando las risas, que suenan como morsas moribundas, de sus amigos.

MyungDae se agacha resignado a por su libro pero él ya lo ha cogido y se lo tiende estirando también sus labios de forma bonita. MyungDae agradece el gesto con una sonrisa de vuelta pero duda en tomarlo. Todo mundo sabe que quién ayuda o habla con un marginado esa persona se convierte en uno. Sin embargo, el chico que tiene frente a él, el de sonrisa bonita y ojos tienos como de cachorro, es uno de los "marginados" pero de una forma diferente.

DongHae es un caso peor. DongHae es nadie, nada; él pasa desapercibido por casi todo el mundo, excepto sus amigos. Nadie le habla, nadie le escucha. Y MyungDae sospecha, que apenas algunos saben de su existencia.

Fue ese tal Lee HyukJae quien impuso ese castigo tácito a pocos días de que DongHae ingresará a la escuela. Por tanto, todo mundo le imitó para ser un poco como él (como HyukJae) o simplemente por miedo a seguir la contraria.

MyungDae piensa que ser completamente ignorado por el cuarteto es una ventaja; al menos así, el moreno bonito se ahorra palizas y no recibe más que un insulto cuando accidentalmente se cruza en el camino del pelirrojo; pero imagina que debe ser difícil lidiar día a día con una indiferencia generalizada.

Finalmente, MyungDae acepta el libro de manos de Hae y aprovecha para hablar con él.

-¿Qué tal el día, DongHae Hyung?-

DongHae se alza de hombros y sonríe ligeramente: - no va mal. Lo de siempre.

MyungDae asiente pensando en lo siguiente que va a decir. No siempre tiene la oportunidad de hablar con DongHae; ellos no coinciden en ninguna hora y con ninguna amistad. Y a MyungDae le agrada DongHae... más de lo que todos imaginan.

-¡genial!... ehm... ¿vamos a clase juntos? Creo que los salones nos quedan en la misma dirección

-Sí. Tú historia y yo lenguas

-¿Por qué elegiste esa materia, hyung? No parece muy fácil aprenderse letras y palabras en otro idioma

-Por que tengo un secreto

-¿Cuál?

-Soy bueno con las lenguas -  dice moviendo las cejas de forma graciosa y luego ríe. A MyungDae le gusta cuando DongHae se convierte en todo risas: su cuerpo vibra desde los hombros a los pies y a veces hasta se dobla un poco, como una hoja de papel, para sujetarse el estómago.

-No lo dudo - continua con la broma - De hecho, - dice parando sus pasos- me gustaría comprobarlo

-¿Eh?

-DongHae hyung... ¿nos podemos ver a la hora del almuerzo en las bancas del patio de atrás?

-Ahh... yo, no... No sé si pueda MyungDae-ssi -

Hay algo oculto en su expresión por la forma en que mira más allá del hombro de MyungDae, y se muerde los labios bajando la mirada.

-Vamos, ¿por favor?

-Es que...

-Tengo mandarinas, ¡podemos compartirlas!

Sabe que ha caído bajo utilizando todos sus recursos pero con tal de pasar unos minutos con DongHae, hablando con él y contagiándose de su risa, todo lo vale.

-Está bien - concede DongHae - te veo más tarde en los jardines, MyungDae-ssi - y corre directo a su salón de clases.

No sabe si DongHae aceptó porque es amable y muy bueno y no quería hacerle sentir mal pero no va a desaprovechar esa oportunidad.

MyungDae se dirige a la izquierda, feliz porque pasará el medio día con el castaño-ojos-de-cachorro ajeno a la mirada ignota detrás de las ventanas, en el salón de DongHae. 

-¡Ya! -le llama ruidosamente KyuHyun, quien le ha estado mirando hace rato y que sabe todo de todos sus hyungs. Es una tumba de secretos. Pero nunca desaprovecha la oportunidad para divertirse en su beneficio-  HyukJae, ¿sabes que le hacen en el infierno a los envidiosos?

-¿Quién está siendo envidioso, ah?

KyuHyun sonríe de lado sin contestar pero agrega: -les cosen los ojos - y luego hace una mueca horrible simulando a una persona sin ojos.

-Maldito bastardo - murmura sentándose y dirigiendo su mirada adelante, a tres lugares a la derecha... Hacia su Hae.

Él quisiera cambiar papeles y estar en el lugar de ese idiota de MyungDae por un momento. Por ese momento que acaba de ser. Porque Quiere ser él (HyukJae y ningún otro) quien le hable a DongHae de esa forma a todas horas, que acaricie su cabello con más cariño, quiere ser él quien le bese entre clase y clase en medio del pasillo sin el temor de ser señalado, quiere ser el único que lo haga estallar en carcajadas y reír con él, y ver como el mundo desparece desde los contornos y se vuelven manchas sin forma donde lo único real es DongHae.

Da un puñetazo en su pupitre. El viejo que imparte la siguiente materia no ha llegado, así que decide saltarse la hora. Sale a grandes zancadas, rozando el brazo de DongHae a escondidas y dejando caer un papel sobre el libro que lee.

+*+*+

Capítulo 4: Ira >>