Autora: Piruleta
Título: Siete pasos al averno
Fandom: Super Junior
Personajes/Pairing: _EunHae_
Clasificación: T / NC - 17
Género: Romance; Lemon
Sumario: Sietes pasos al averno: uno por pereza, dos por gula y envidia, uno por ira, dos más por lujuria y orgullo y el último por codicia pero todos y cada uno, por ti. -Serie de Drabbles-
Advertencia: Lenguaje vulgar y sexo explícito.
+*+*+
Capítulo 4: Ira
DongHae observa una vez más el papel agrietado con tinta gastada.
Lo ha guardado en su puño durante toda la clase, que ahora apenas pueden
distinguirse lo que reza pero DongHae se lo
ha grabado de memoria:
"a las 12 en las
escaleras de emergencia"
Espera llegar a tiempo porque a HyukJae lo pone malo eso de
la impuntualidad.
El moreno tiene al menos una hora para platicar con MyungDae.
No que DongHae esté ansioso de hablar con él, pero se siente con la obligación
de corresponderle cuando el chico ha sido agradable con él en más de una ocasión.
Camina sin prisa a través de los pasillos de granito rodeados
de naturaleza verde que se comunican entre sí. Ha decidido tomar un atajo -que
no muchos conocen- por la parte trasera de la escuela para llegar más rápido al
lugar en el que MyungDae le espera, y después... después que sea lo que Dios quiera, cuando se encuentre con HyukJae.
DongHae podría esbozar un mapa con los ojos cerrados de cada
rincón de ese lugar. Cada pasadizo estrecho, salones abandonados, escondites
debajo de las escaleras, tras las ventanas, muros vacíos... Estar con HyukJae le ha obligado a buscarse espacios oscuros y escondidos en medio de
un todo.
Uno de esos espacios es el balcón de la sala del dormitorio de
hombres, en el ala derecha. Ahí, la noche es tranquila, los brazos de HyukJae
cálidos, los besos robados y entregados, las estrellas sobre sus cabezas, el
cielo a sus pies, y las conversaciones suaves y tranquilas como terciopelo
negro. Pero ahora no va a ese sueño
encarnado en las madrugadas. No. Ahora va con MyungDae, el tipo que siempre lo
saluda en las taquillas y que hoy se ha tomado la molestia a dirigirle la
palabra -e invitarle a compartir mandarinas dulces- y que le ha dicho que se
vieran (a los ojos de todos) en una banca perdida en los jardines del
instituto.
-¡DongHae hyung! - le llama MyungDae con excesiva emoción
que pasa desapercibida por el moreno.
-¡MyungDae-ssi! Lamento haber tardado - miente
MyungDae niega y le invita a sentarse: - Este lugar es mi
favorito en todo el colegio -
-¿Vienes aquí a menudo?-
-Podría decirse que sí. Me gusta cuando el sol de la mañana
toca el punto más alto... ahí... y se crean figuras graciosas en los ladrillos
y en las ventanas de la sala de nuestros dormitorios- señala y hasta ese
momento DongHae se da cuenta que esta frente al balcón de los sueños.
MyungDae quiere saber por qué sonríe. Si fuera HyukJae, no
necesitaría preguntarlo; pero HyukJae no está allí junto a él en una banca
olvidada de los jardines de atrás.
No está nunca.
La conversación transcurre y DongHae descubre que MyungDae
es agradable. Y guapo. Terriblemente
guapo.
No es HyukJae y sus ojos de fuego canela. No es HyukJae y
sus labios gruesos moviéndose parsimoniosamente sobre su oído y su cuello para
hablarle de tentaciones y castillos en el aire. No se trata del pelirrojo con
mandíbula marcada y cuerpo flacucho pero definido. No es su Hyukkie por ninguna parte. Pero está bien. Está bien porque DongHae ha dejado al menos
unos minutos de pensar en él. Olvidarlo, jamás.
Al cuarto para las doce MyungDae continúa hablando mucho,
escuchando menos pero haciéndolo reír de todas formas.
El tiempo corre aprisa en el pulso de DongHae y MyunDae
de pronto esta cada vez más cerca. Y de
nuevo, no es HyukJae, no son sus labios los que se acercan suavemente, ni sus
dedos largos y fríos los que se van enredando en su nuca.
-Siempre me has gustado, DongHae - susurra
Y DongHae abre mucho los ojos, se separa de un salto y deja
a MyungDae con todos sus deseos apretados en los labios.
-No puedo. Yo... lo siento.
No me gustas. No así,
de esa forma.
DongHae huye corriendo. Aprieta una vez más el pedacito de
papel arrugado en su bolsillo, mira el reloj y ya son las doce con cinco.
-HyukJae...
Cuando llega a la azotea el pelirrojo ya no está ahí. Solo
hay otro lugar en donde puede encontrarlo y de nuevo corre para llegar hasta él
sin imaginarse que en ese momento HyukJae está ocupado y MyungDae está siendo
pateado, molido a golpes sin piedad.
+*+*+
Nota: Creo que este es el capítulo en que aplico de una forma bastante figurativa la idea del título: Ira. Espero que no quede mucha confusión al respecto y que haya logrado definir en qué punto el personaje principal siente molestia y coraje por su situación; porque sentir ira, no siempre se trata de patalear, gritar e insultar a voz viva. Por favor, me gustaría saber que piensan a través de un comentario ^^
Debo admitir que me fui a investigar la palabra "ira" para darte un mejor comentario. Primero como dices la ira no es solo "explícita" sino que aquí la pude ver de manera muy sutil, creo que desde que Donghae tiene el papel siente ese resentimiento contra Hyukjae porque una vez más quiere que se escondan para poder estar juntos y eso mismo se demuestra cuando dice que "No está nunca".
ResponderEliminarComo te puse en otro comentario MyungDae me parece el extremo "bueno" de HyukJae y para mi esos golpes que le da no es por que haya "visto" que lo quería besar sino por la impotencia de no poder ser como él, de no poder llevar a Donghae a esa banca y que el mundo "desaparezca" junto a él, creo que ahí esta la ira en todo su esplendor.
Gracias por la historia.
Puedo hacerle bis al comentario de arriba? De otra forma, el mío apestará y dejarás de quererme ;;
ResponderEliminarAnyway, qué te puedo decir? En mi comentario anterior te explicaba un poco de lo que es para mí toda esta situación casi insostenible. Se me ocurre que Hyukjae nunca estuvo en aquél lugar. Se me ocurre que desde el inicio lo único que planeó fue distraer al menor para poder ir a partirle las "mandarinas" a MyungDae... se me ocurre que la ira es lenta y que es ella la que te lleva a esas venganzas frias, crueles, terribles. La ira tiene fuerza de destrucción, tiene el poder de ir a todas partes y luego regresarse en contra de uno mismo. La ira es la puerta favorita para el pseudo kharma. Y la ira está en todas partes. En Donghae, en Hyukjae y aun sin saberlo bien en Myungdae.
Pero, me pregunto, el camino que traza la ira servirá para llevarlos a alguna parte que no sea el precipicio, algún anillo del infierno de Dante, alguna parte del purgatorio?
Y aunque no hayas hablado de la ira explícitamente, es palpable en todo el texto. Es decir, como ya dijeron acá arribita, la ira está en DongHae desde que sabe que irá a ver a MyungDae en público y que éste no ve el problema en ello; porque le recuerda todo lo que no se han permitido hacer Hyuk y él. Y está, también, en Hyuk, al saber que MyungDae sí puede atreverse a invitar a Hae sin los temores que él mismo tiene.
ResponderEliminarY, al final, esos golpes de Hyuk sólo externan su sentir ante su situación con Hae.
Siento ser repetitiva de lo que dijeron acá arriba :c
Ojalá que esos dos puedan avanzar y dejarse de temores. Se aman, carajo.
Corro a leer los demás.