{Super Junior - EunHae - Siete pasos al averno - Capítulo 7}

Autora: Piruleta

Título: Siete pasos al averno

Fandom: Super Junior

Personajes/Pairing: _EunHae_

Clasificación: T / NC - 17

Género: Romance; Angst; Lemon

Sumario: Sietes pasos al averno: uno por pereza, dos por gula y envidia, uno por ira, dos más por lujuria y orgullo y el último por codicia pero todos y cada uno, por ti. -Serie de Drabbles y Oneshot- 

Advertencia: Lenguaje vulgar y sexo explícito.

Capítulo 6: Lujuria

+*+*+

Capítulo 7: Soberbia

HyukJae despierta sintiéndose diferente. Ligero. Siente que flota y su cuerpo está hecho de espuma. Tiene una sensación agradable en el pecho como si el corazón bombeara chocolate caliente.

A su lado, el tibio cuerpo de DongHae descansa boca abajo, su rostro descansa sobre el pelirrojo y éste puede sentir su cálido aliento hormigueando sobre su hombro desnudo. La mano derecha del moreno le abraza posesivamente a la altura del diafragma.

HyukJae da vuelta lentamente sobre la cama para no interrumpir el sueño de DongHae. Hace un amago de sonrisa mientras repasa con su dedo la pequeña y respingada nariz.

Quisiera ser el único que te ame, Hae.

Suspira.

Quisiera hacerlo mejor por ti...

Coge el brazo de DongHae y lo aleja suavemente de él. Toma las sábanas enredadas en sus pies y lo cubre al verlo removerse y no sentir su calor a lado.

Pero no podemos estar juntos...

Deposita un beso en su espalda debajo de su cuello, en la cervical.

Se pone en pie y comienza a buscar sus cosas.

Aprieta los ojos sintiendo como la bola de aflicción le va trepando por la garganta. No debe llorar. Él es el más fuerte, y bravo, y temido y… está tremendamente enamorado de DongHae pero las leyes de Dios y la condena de la vida dicen que no debe estar con él.

Al menos no por ahora.

 Él no merece ser feliz porque lo que hace es sucio. Él debe fingir por él y por DongHae para conformarse con una dicha a medias. 

Incluso su padre se caso con su madre; incluso JungHee se conformaba con ver a su padre solo los fines de semana y por las noches, cuando caía el sol y las sombras del viento encubrían su flaqueza.

Aunque él, HyukJae, no lo piensa así. Aunque él tenga la convicción de que no hay nada de malo en amar, no importa la forma.

Él será libre de sus ataduras hasta que cierre el capítulo de su pasado y camine por el sendero oscuro lejos de la princesa de hielo, su madre. Lejos de los golpes propinados por aquellos que lo señalaron en el pasado; aquellos que lo obligaron a ocultarse solo por ser extraordinario.

Entonces tomará a DongHae de la mano y se fugarán lejos; a las montañas, al otro lado del mundo, debajo del mar o incluso al país de las maravillas, donde no existan las lecciones de su madre ni puños de acero combinados con ignorancia.  

-Realmente ahora no podemos... No quiero quebrarte, DongHae - susurra acariciando sutilmente su cabello, mientras se sienta de nuevo en la cama para enfundarse los pantalones.

El moreno se agita en sueños pero ya es demasiado tarde cuando HyukJae intenta pararse de la cama porque DongHae lo coge de la muñeca y lo tumba, trepándose sobre él con sus piernas a cada costado del pelirrojo.

-¡Buenos días, Hyukkie! - se inclina y deja un besito en sus labios, para después recostarse sobre su torso, abrazándolo y colocar su oído sobre el lado donde se supone está el corazón - ¿pensabas irte sin darme los buenos días, sin esperarme?

HyukJae vuelve a cerrar los ojos, tragando duro sin que DongHae lo note.

-Muévete DongHae. Se hace tarde - dice. Firme. 

-Sí. Buscaré mi ropa. No me tardo mucho

El moreno salta a un lado y comienza a recoger su camisa arrugada, tirada al pie de la cama.

DongHae es inmune a ese lado despiadado de HyukJae. Y el pelirrojo lo sabe. Por eso, lo siguiente que está a punto de soltar, va a ser difícil.

-No me importa cuando te tardes. No quiero que salgamos al mismo tiempo.   

HyukJae se incorpora también, camina al ropero y finge buscar una camisa limpia para darle la espalda a DongHae y no ver su rostro de decepción.

-No sé porqué pensé que sería diferente - musita DongHae lo suficientemente alto para ser escuchado. Está de espaldas, abrochando su camisa para que HyukJae no vea sus ojos lacrimosos - ¿Así que vamos a continuar con la misma historia, Hyukkie?

-Ser el más respetado en este puto lugar tiene su precio, DongHae.

 -¿Sacrificarnos a nosotros mismos? - HyukJae escucha el cambio de voz en DongHae. Es muy sutil pero lo conoce lo suficiente para saber que está enojado... y desilusionado - ¿hasta cuándo?, ¿Por qué, HyukJae? - Lo escucha caminar por la estancia. Sus pantalones a medio poner rozando el piso - Estoy comenzando a cansarme de esto... ¿No me quieres?, ¿Todo lo que dijiste ayer, era real?

HyukJae vira rápida, buscando su mirada: -Nunca dudes de mis palabras, Hae. Tú no.

-No quiero hacerlo; pero justo ahora no sé qué pensar...

HyukJae suspira machacando el puente de su nariz con dos de sus dedos: -En este lugar, aquí, en donde quiera, existen leyes invisibles DongHae. Todo mundo pone etiquetas; si eres feo, alto, guapo, adinerado, nerd, gordo, tonto... homosexual- pronuncia bajito, quebradizo

-¡Al diablo con eso! El resto no me importa.

-Es tan fácil para ti decirlo - dice con una mueca y le da la espalda

-Nunca me has dado tus razones. Intento llegar a ti y cuanto más cerca estoy, te alejas ¡justo como ahora! -grita. Hay lagrimas en su ojos y dolor en su voz - Te amo, solo tú, HyukJae; te lo juro, pero...

-Cuando los mayores se graduaron -habla mirando de nuevo al ropero, más allá. A la ventana, al cielo, al infinito -pude respirar de nuevo y tuve que ganarme un sitio aquí... como fuera. Dejé al débil, estúpido y llorón de HyukJae en un cajón. Me gané el respeto, la admiración y conseguí ser yo quien diera más terror que nadie. Pero luego... luego... llegaste tú. Con tus ojos, tus voz, tus palabras, tu... tu calor y moviste mi mundo entero. Lograste ver en mí lo que guardo del resto, lo que todos los demás tienen que ignorar. 

>>Te dije que te alejaras. Traté de prevenirte, de evitarte. Pero amor, eres inevitable -dice sonriendo melancolía - Reconocí en ti algo de mí. Y mientras más lejos te tuviera, mientras menos pensara en ti, si pasabas desapercibido por el maldito verdugo popular del instituto, más fácil sería hacerte invisible al mundo para que no descubrieran esa falla en ti. 

DongHae suelta un aliento indignado. HyukJae lo escucha sorber la nariz; aprieta los puños y muerde sus mejillas para no correr hasta él: -¿Cuál falla?, ¿Qué soy un "puto maricón"?, ¿Qué me gustarás?, ¿eso es un defecto para ti, HyukJae?

-¡No, joder! - voltea y DongHae parece lastimado, diminuto - Yo no tengo ningún problema pero ellos - señala a la venta. La vena se marca en su cuello, la que a DongHae le gusta besar - Todos esos hijos de puta lo tienen. La vida es cruel, DongHae.

-Estoy dispuesto a afrontar la crueldad, el castigo. Estoy dispuesto de ir contra todo mundo, HyukJae. ¡A soportarlo todo por ti, contigo a mi lado!   

-Tú no sabes... ¡no sabes nada!, ¿no lo entiendes? No quiero que te señalen, que te lastimen... no lo vale

No lo valgo

-¡yo creo que sí! Dime algo, ¿Te importa eso más que lo nuestro?, ¿más que... yo?

-Yo...- Su alma tiene la respuesta correcta pero su mente se niega a formular las palabras. Voltea hacia el espejo, haciendo amago de acomodar su corbata -... se hace tarde. Vete primero. Cierra la puerta cuando te vayas.

Las pisadas de DongHae y sus sollozos inundan el lugar, y todo HyukJae vibra con el impacto de la puerta cerrándose.

Voltea a enfrentar la nada.

-Perdóname - murmura y se rompe en mil pedazos, llorando  en medio de la habitación - Hae - Cae sobre sus rodillas, sosteniendo su pecho porque el dolor es inmenso.

Él es el más fuerte y temido…

Y el más estúpido y cobarde.

+*+*+

Capítulo 8: Codicia